3 de agosto de 2011

Los porqués del hambre

Vivimos en un mundo de abundancia. Hoy se produce comida para 12.000 millones de personas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), cuando en el planeta habitan 7.000. Comida, hay. Entonces, ¿por qué una de cada siete personas en el mundo pasa hambre?

La emergencia alimentaria que afecta a más de 10 millones de personas en el Cuerno de África ha vuelto a poner de actualidad la fatalidad de una catástrofe que no tiene nada de natural. Sequías, inundaciones, conflictos bélicos… contribuyen a agudizar una situación de extrema vulnerabilidad alimentaria, pero no son los únicos factores que la explican.

La situación de hambruna en el Cuerno de África no es novedad. Somalia vive una situación de inseguridad alimentaria desde hace 20 años. Y, periódicamente, los medios de comunicación remueven nuestros confortables sofás y nos recuerdan el impacto dramático del hambre en el mundo. En 1984, casi un millón de personas muertas en Etiopía; en 1992, 300.000 somalíes fallecieron a causa del hambre; en 2005, casi cinco millones de personas al borde de la muerte en Malaui, por solo citar algunos casos.

El hambre no es una fatalidad inevitable que afecta a determinados países. Las causas del hambre son políticas. ¿Quiénes controlan los recursos naturales (tierra, agua, semillas) que permiten la producción de comida? ¿A quiénes benefician las políticas agrícolas y alimentarias? Hoy, los alimentos se han convertido en una mercancía y su función principal, alimentarnos, ha quedado en un segundo plano.

Se señala a la sequía, con la consiguiente pérdida de cosechas y ganado, como uno de los principales desencadenantes de la hambruna en el Cuerno de África, pero ¿cómo se explica que países como Estados Unidos o Australia, que sufren periódicamente sequías severas, no padezcan hambrunas extremas? Evidentemente, los fenómenos meteorológicos pueden agravar los problemas alimentarios, pero no bastan para explicar las causas del hambre. En lo que respecta a la producción de alimentos, el control de los recursos naturales es clave para entender quién y para qué se produce.

En muchos países del Cuerno de África, el acceso a la tierra es un bien escaso. La compra masiva de suelo fértil por parte de inversores extranjeros (agroindustria, Gobiernos, fondos especulativos…) ha provocado la expulsión de miles de campesinos de sus tierras, disminuyendo la capacidad de estos países para autoabastecerse. Así, mientras el Programa Mundial de Alimentos intenta dar de comer a millones de refugiados en Sudán, se da la paradoja de que Gobiernos extranjeros (Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Corea…) les compran tierras para producir y exportar alimentos para sus poblaciones.

Asimismo, hay que recordar que Somalia, a pesar de las sequías recurrentes, fue un país autosuficiente en la producción de alimentos hasta finales de los años setenta. Su soberanía alimentaria fue arrebatada en décadas posteriores. A partir de los años ochenta, las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para que el país pagara su deuda con el Club de París, forzaron la aplicación de un conjunto de medidas de ajuste. En lo que se refiere a la agricultura, estas implicaron una política de liberalización comercial y apertura de sus mercados, permitiendo la entrada masiva de productos subvencionados, como el arroz y el trigo, de multinacionales agroindustriales norteamericanas y europeas, quienes empezaron a vender sus productos por debajo de su precio de coste y haciendo la competencia desleal a los productores autóctonos. Las devaluaciones periódicas de la moneda somalí generaron también el alza del precio de los insumos y el fomento de una política de monocultivos para la exportación forzó, paulatinamente, al abandono del campo. Historias parecidas se dieron no solo en países de África, sino también en América Latina y Asia.

La subida del precio de cereales básicos es otro de los elementos señalados como detonante de las hambrunas en el Cuerno de África. En Somalia, el precio del maíz y el sorgo rojo aumentó un 106% y un 180% respectivamente en tan solo un año. En Etiopía, el coste del trigo subió un 85% con relación al año anterior. Y en Kenia, el maíz alcanzó un valor 55% superior al de 2010. Un alza que ha convertido a estos alimentos en inaccesibles. Pero, ¿cuáles son las razones de la escalada de los precios? Varios indicios apuntan a la especulación financiera con las materias primas alimentarias como una de las causas principales.

El precio de los alimentos se determina en las Bolsas de valores, la más importante de las cuales, a nivel mundial, es la de Chicago, mientras que en Europa los alimentos se comercializan en las Bolsas de futuros de Londres, París, Ámsterdam y Fráncfort. Pero, hoy día, la mayor parte de la compra y venta de estas mercancías no corresponde a intercambios comerciales reales. Se calcula que, en palabras de Mike Masters, del hedge fund Masters Capital Management, un 75% de la inversión financiera en el sector agrícola es de carácter especulativo. Se compran y venden materias primas con el objetivo de especular y hacer negocio, repercutiendo finalmente en un aumento del precio de la comida en el consumidor final. Los mismos bancos, fondos de alto riesgo, compañías de seguros, que causaron la crisis de las hipotecas subprime, son quienes hoy especulan con la comida, aprovechándose de unos mercados globales profundamente desregularizados y altamente rentables.

La crisis alimentaria a escala global y la hambruna en el Cuerno de África en particular son resultado de la globalización alimentaria al servicio de los intereses privados. La cadena de producción, distribución y consumo de alimentos está en manos de unas pocas multinacionales que anteponen sus intereses particulares a las necesidades colectivas y que a lo largo de las últimas décadas han erosionado, con el apoyo de las instituciones financieras internacionales, la capacidad de los Estados del sur para decidir sobre sus políticas agrícolas y alimentarias.

Volviendo al principio, ¿por qué hay hambre en un mundo de abundancia? La producción de alimentos se ha multiplicado por tres desde los años sesenta, mientras que la población mundial tan solo se ha duplicado desde entonces. No nos enfrentamos a un problema de producción de comida, sino a un problema de acceso. Como señalaba el relator de la ONU para el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, en una entrevista a EL PAÍS: “El hambre es un problema político. Es una cuestión de justicia social y políticas de redistribución”.

Si queremos acabar con el hambre en el mundo es urgente apostar por otras políticas agrícolas y alimentarias que coloquen en su centro a las personas, a sus necesidades, a aquellos que trabajan la tierra y al ecosistema. Apostar por lo que el movimiento internacional de La Vía Campesina llama la “soberanía alimentaria”, y recuperar la capacidad de decidir sobre aquello que comemos. Tomando prestado uno de los lemas más conocidos del Movimiento 15-M, es necesaria una “democracia real, ya” en la agricultura y la alimentación.

*Esther Vivas, del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, es autora de “Del campo al plato. Los circuitos de producción y distribución de alimentos”.

*Artículo en El País, 30/07/2011.

9 de septiembre de 2010

Gracias

Una mirada, un gesto, una sonrisa…cosas tan pequeñas, tan insignificantes que te hacen sentir tanto. Pues ya lo dijo Antoine de Saint-Exupéry en El principito, “los pequeños detalles hacen que la vida sea interesante”.

Una experiencia como esta hace que veas la vida de otra manera, con otros ojos, con otra perspectiva, pero ¿realmente es necesario vivir una experiencia así para darse cuenta de ciertos detalles de la vida? No lo se, lo que si se es que me abierto esa otra ventana antes solamente imaginaba y no tenía muy clara.

Me fijado en la gente de este país, los he analizado todo lo minuciosamente que he podido, he reflexionado sobre ello y ahora las conclusiones parecen que afloran. Todo lo que el primer día carecía de sentido para mi, ahora adquirido un equilibrio y esa incomprensión era fruto simplemente del desconocimiento de la sociedad.

Esta semana, termina el ramadán y con ello un periodo dicho periodo esta haciendo aprender mucho sobre la cultura musulmana, sobre sus creencias, sobre su forma de ver y hacer las cosas, sobre todas esas incógnitas que muchas veces llevan a la farsa y a la incomprensión. No se conoce una cultura hasta que no se convive con ella. Este periodo termina justamente con la luna y se duda entre si terminara el viernes 10 o el sábado 11 por lo que hay que estar atentos por lo que pueda pasar. Toda la gente ha comenzado el ritual de preparación para tan esperado día, desde los mejores trajes, hasta los más diversos y sorprendentes peinados para la ocasión. Niño@s y mayores preparan esta fiesta con gran ilusión y devoción.

El tiempo se va agotando, queda menos de una semana de trabajo y uno empieza a sentir la morriña de esa gente que dejamos en nuestro país, pero algo por dentro de mi me mueve, me mueve a seguir viviendo experiencias como esta, a conocer gente como la que he conocido, gente con un corazón inmenso, gente con la cual uno se sentía muy cómodo.

Echare de menos a Maisha y su paciencia para conseguir entendernos, largas noches hablando mucho y comprendiendo un poco. A Ndiaga y todas las risas que hemos tenido a costa de cualquier cosa. A Soda y su lentitud para lavarnos la ropa. A Mansey y ese “Pule o Biang” (pollo o vaca) que todas las noches escuchábamos a la hora de la cena. A Cherif y su “yo comprend” cuando no se había enterado realmente de nada. A todos los niños que no se cansaban de jugar con nosotros y de tocarnos el pelo sorprendidos por nuestros rasgos. A Califa y las infinitas excusas por las cuales no había regado. A Omar, ese pequeño gran hombre que nos enseño tanto de esta cultura y de lo que es vivir al pie del cañón. A Lamarrana este artista que debería escribir un libro sobre el y sobre su enorme amabilidad a la hora de cedernos sin ningún reparo su cama. A Fayer ese pequeño e intrépido empresario y su intento de ecoturismo enfrentándose a una gran empresa del sector, pero el jugaba con el factor de conocer el terreno. A Amanda, esa vendedora con la cual me pase más de dos horas riendo para comprarla algo. A Ousein y su popularidad en cualquier parte de Senegal. A Jariya y a Mam por las risas en su boutique. A Lai y su increíble forma de cortar la carne mientras baila. A Pildorin, esa personilla que trabajaba en el consulado y que todavía me pregunto que será de el. A Ana y Eneco por cedernos su colchón hinchable, el cual terminaba siempre desinflado y su salón para dormir mas de una noche. A es@s tenderos que poco a poco nos iban enseñando palabras en Wolof. A toda esa gente cuyo nombre olvide, no por dejadez sino por imposibilidad de almacenamiento, pero que en mi cabeza quedan sus caras y lo compartido con ell@s….Los echaremos de menos, pero también aprovechare el tiempo que nos queda con ellos y quien sabe, quizás vuelvamos aquí en futuros viajes, al fin y al cabo casa y plato no nos van a faltar.

Sergio; que decir de el, mi compañero de incansables viajes por este país, esa persona que cuando llegue aquí no conocía apenas de nada y ahora lo considero mi amigo. Nos apoyamos cuando pasamos un mal momento y compartimos cuando pasamos uno bueno.

Bueno no es la hora de ponerse melancólico, simplemente de recordar y agradecer a todas esas personas que han hecho que esta experiencia sea inolvidable para mi. Todos los de aquí y todos los de allí. Y todavía queda una semana de trabajo y luego una semana viajando por este país, ya menos desconocido que el primer día, con otra de las personas que siempre ha estado ahí al pie del cañón tanto en los momentos buenos como en los malos y a la cual tengo unas ganas locas de ver. J

7 de septiembre de 2010

Fotiquis



Se huele el color???, SI



Un baobab con un nino sonador



Camino a ninguna parte



Una mirada

2 de septiembre de 2010

Historias

El tiempo que nos queda en este país, en este continente, se va agotando como una vela, una vela irrecuperable, pero que siempre se puede sustituir por otra y por otra y por otra. Empiezan aflorar las primeras conclusiones sobre este viaje, el análisis es difícil e importante, no hay que limitarse solo hacer y hacer, sino hay que analizar y sacar conclusiones de nuestras acciones, actos y demás.

En cuanto al tiempo pasado aquí, como experiencia increíble, inolvidable, me llevo mil historias que contar e infinitas que recordar. Todo ha sido una aventura que no sabias ni cuando iba a empezar ni cuando iba a terminar, desde salir a comer, hasta dar un paseo se convertía en anécdota tras anécdota que no te daba tiempo analizar y mucho menos apuntar. Las que más quedaran en el recuerdo y otras caerán en el olvido, pero eso tampoco es malo, por que siempre queda un pequeño residuo de algo que aflorara en la siguiente experiencia parecida, así es nuestra mente.

Aquí en Senegal uno nunca se siente solo, siempre tiene gente alrededor, normalmente si tengo que hablar por teléfono, me voy a una plaza que hay al lado de casa, allí me pongo debajo de un árbol y como normalmente es de noche es un buen lugar para observar sin ser observado y se puede hablar por teléfono tranquilamente, por que como digo, aquí uno nunca está solo. Pues llega un chico, se sentó a mi lado y se paso todo la conversación allí sentado. Al principio me molesto un poco, luego me resulto indiferente y luego, después de intercalar unas palabras y saludos con el me puse a reflexionar. No estaba intentando incomodarme, ni era una falta de educación, al contrario, era todo un gesto de cortesía quedarse allí sentado esperando a que terminara de hablar para saludarme y charlar un rato. Eso en Europa es impensable. Aquí el ritual del saludo no tiene tiempo concreto, cuanto más saludes, más agradecido se sentirá el otro.

Otra cosa que me sorprende y me cuesta acostumbrarme, por de donde vengo, es a las casas. Las casas siempre están llenas de gente, bueno mejor dicho el suelo de la puerta de las casas, porque aquí la casa se reduce a una habitación, donde dormir y poco mas, no se necesita nada más que una estera y un trozo de suelo. De repente venían niños o gente a casa y se sentaba tranquilamente en nuestras escaleras a observarnos, en España eso puede llegar a incomodar, pero aquí no, aquí es su forma de vida, no hay privacidad, para casi nada. En las casas se entra sin llamar, sin preguntar, entras te sientas y haces lo que quieras. Aquí no existe el concepto de me voy a encerrar en mi casa a trabajar, eso es simplemente impensable, las puerta, las veces que las hay siempre abiertas, eso si la cortinas cerradas para que no entren moscas ni mosquitos. Además cuando el calor aprieta se esta mejor en la calle a la sombra.

Las moscas, las incansables moscas. Aquí la gente convive con estos animalitos sin más. Ves a gente dormida sobre sus esteras con las moscas rondándoles por todo el cuerpo, incluso en la boca (y no digo esto por que den lastima, sino porque no les preocupan) y no se molestan en quitárselas, pueden vivir con ellas sobre su cuerpo perfectamente, cosa que a mi me pone de los nervios, estar en cualquier sitio y que haya una sola mosca cojonera, tocando la moral. Pues aquí no hay una, hay cientos. Y de los mosquitos, que decir, que no respetan a nada ni a nadie. El otro día sentado en la calle (como es habitual) escuche un mosquito cerca de mi oreja, ese pssss, que pone de los nervios y rápidamente como un loco me puse a pegar manotazos a diestro y siniestro. Ndiaga me dijo una cosa que me quedo sorprendido porque yo nunca habría pensado así: deja el mosquito y escúchale, que mientras le escuches esta volando y no te esta picando…Me dejo loco.

Muchas preguntas, algunas sin contestar otras con varias respuestas, pero ¿con que me quedo? Pues con muchas cosas, con ese cielo tan colorido y bucólico, con las largas conversaciones para entender poco la mayoría de las veces, con las noches mirando al cielo, con los niños de la calle que nos persiguen y nos piden regalos, con una niña lindísima que siempre que nos ve viene corriendo a que la cojamos, con la comida de Mama-Mansei, con las risas de Maisa, con los niños del restaurante que siempre nos piden algo, lo que sea, desde un móvil hasta una botella de agua, aquí en África todo vale para algo, todo tienen una utilidad ya este roto o no, con las tardes de lectura, con las largas horas de espera, con el entrar en ese estado de dormitación y mirando al frente, pensar en todo y pensar en nada…..

Gracias por todo el apoyo y la fuerza que estoy recibiendo a través del blog, es un orgullo poder contar con gente, que cuanto menos, le interesa lo que tu piensas y tu manera de ver las cosas.

29 de agosto de 2010

El color no es importante....



A trabajar sea dicho



Tenerboso



Viene llovioendo???



Sin comentarios...Para mi es una de mis mejores fotos, dicho queda

25 de agosto de 2010

La luz de África

Curioso continente donde los colores destacan y marcan una diferencia muy a nuestro pesar. Mañanas brillantes con un sol agotador, tardes rosadas con una calima y la tierra ardiendo, noches azules y con lunares que hace que todo sea tan distinto, pero tan familiar.

La vida funciona de otra manera, todo cambia, esperar es una forma de vida y no un castigo. Esperando se pueden hacer muchas cosas, charlar, pensar, dormir, escuchar música, mirar al horizonte o simplemente reflexionar sobre algo que nunca hiciste.

En este continente, todo sabe de otra manera, quizás por la lejanía de lo nuestro o quizás por la cercanía de lo suyo. Pero lo que allí es blanco, aquí es negro y lo que allí se necesita, aquí abunda. Tranquilidad, conocer al cercano, charlas pausadas, saludos interminables, es lo que hace a este país distinto de cualquiera de los nuestros. Un pequeño caos, vivir al día, no planear nada, es lo que hace a nuestro país distinto de este.

Gente caminando por donde quiera que vas ¿Dónde irán? o ¿de dónde vendrán?, por caminos que como diría Sabina “no van a ninguna parte” ¿o quizás vayan a todos los lugares? En cualquier lado te puedes encontrar alguien dispuesto como mínimo a pasarse 5 minutos de su tiempo saludándote. Debemos saludar más, conocer más al cercano. Nos centramos demasiado en aquello no palpable, en aquello que está lejos, en aquello que queremos llegar pero no sabremos si podremos. Conocer al que vive a tu lado aquí es algo importantísimo.

Nos empeñamos por intentar imponer que nuestra forma de hacer las cosas es la correcta, pero como el encabezado de este blog, también hay otra forma de ver y hacer las cosas. Simplemente hay que mirar, observar y ponerse a crear, aunque eso no siempre es posible.

Cruzar de un continente a otro en un cayuco, jugándose la vida ¿Por qué? Por eso mismo, por una vida mejor, trabajar como un negro para vivir como un blanco. Y siempre nos decimos, como estarán allí las cosas para venirse en esas condiciones. Pues aquí las cosas no están del todo mal, se puede vivir, pero no se puede aspirar a algo más. Puedes comer hoy, dormir hoy y vivir hoy y mañana ya se verá, pero no puedes llegar a ser alguien. ¿De veras creéis que todos los que viajan a Europa tienen pensado quedarse allí de por vida? Pues no, simplemente trabajan, mandan dinero a sus países y cuando han ahorrado lo suficiente vuelven a sus raíces a ser alguien (con dinero) y a vivir un poco más allá del día a día. Es hacer lo que nosotros intentamos en el día a día de otra forma.

No reflexiono más, dejo las interminables líneas de un cuaderno infinito para que ustedes las rellenen con sus pensamientos, ideas e ilusiones. Pero eso si, siempre en el mismo camino de intentar buscar ”un mundo más justo y solidario”

21 de agosto de 2010

Va quedando poco tiempo

El tiempo va pasando rápido y las semanas empiezan lentas pero terminan a una velocidad impresionante.

El trabajo como siempre, poco a poco, unos días llegamos con la moral muy alta y nos desilusionamos al ver que por ejemplo no han regado y otros días como hoy, llegamos con la moral baja (por ser el primer día de trabajo de la semana y por un intenso fin de semana) y nos encontramos a todos los hombres con sus respectivas bestias desyerbando el cacahuete….Una imagen de postal, más de ocho animales arando una parcela tan verde que parecía maíz en su pleno esplendor. Hoy aplaudo a los hombres que también se lo merecen.

La semana pasada hubo una reunión para ver como iba a ir la organización y decidieron ir todos un día a la semana a encargarse de las tierras del proyecto, no es mucho pero menos es nada. En esa reunión nos enteramos de algunas cosas interesantes, como que el año pasado todo el poblado trabajaba en las tierras que están designadas al proyecto, por que había dinero rápido y se obtenían beneficios al instante. Pero este año como el mantenimiento es cosa de ellos, no lo ven tan claro. Con el 35% que sacan de los beneficios quieren poner la luz en l poblado, pero están protestando por que dicen que ese porcentaje es muy poco y tardaran mucho en poner el tendido (aquí cada uno con sus intereses).

La concepción de proyectos a largo plazo no es una forma de ver la vida en este país, aquí lo que interesa es dinero rápido y si puede ser fácil mejor, como en cualquier lado. Pero la percepción no ver más allá del mismo día en el que vives choca muy fuerte con nuestra forma de ver la vida. Aquí el mañana es el mañana y hoy nos preocupamos de las cosas de hoy, el “NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS HACER HOY” lo cambian por el “SI LO PUEDES HACER MAÑANA PARA QUE LO VAS HACER HOY”
El Ramadan ha empezado y con ello una nueva forma de vivir, la vida es por la noche, después del último rezo, las calles se llegan de gente comiendo, bebiendo, riendo…El pueblo por las mañanas esta más apagado, las gentes con otra cara, pero cuando llega la noche y dan el toque de que se puede comer, la cosa cambia. La verdad es que es una experiencia única vivir el Ramadán en un país en el que el 97% de la población es musulmana, es muy duro pasar más de 12 horas sin comer, sin beber, los cuerpos cambian y las caras también, son más fáciles de ver las sonrisas por la noche que por el día.

Sobre las ocho menos cuarto de la tarde, que es el último rezo, empiezan a comer. Todo un ritual, empiezan con un poco de pan, mantequilla y un café para preparar el estomago y luego sobre las diez de la noche ya empieza el festín. Maisa, nuestro compañero de casa, nos explica el por que de cada cosa y la verdad es que los primeros días su ánimo estaba un poco apagado hasta que se acostumbro su cuerpo. Lleva practicando el Ramadán desde los 7 años y tiene 42, es decir, 35 años haciendo Ramadán, que son 35 meses sin comer….Eso es un dineral ahorrado en comida. jaja.
Aunque parezca una barbaridad lo del Ramadán, no olvidemos que en la religión cristiana no se puede comer carne los viernes en cuaresma y para más INRI, los ricos pagaban y la podían comer (Esa es la religión que se preocupa de los pobres). Así que no pensemos que una religión es más que otra, ni una cultura más que otra. EL DINERO NO ENTIENDE DE RELIGIÓN.

El fin de semana fue fantástico, nos fuimos el sábado a Saint Louis, la primera ciudad colonizada de África (por los gabachos como no). Fue capital de la África Occidental Francesa, que estaba compuesta por Senegal, Sudan, Mauritania, Guinea y costa de Marfil. Una ciudad impresionante, de lo mejor que hemos visto, casas coloniales que representan una historia de gran parte de África, grandes calles, los atardeceres más coloridos que he visto en mi vida. La ciudad está en la marisma entre el rio Senegal y el océano Atlántico lo que la hace más especial todavía. Conocimos muchísima gente, comimos buen pescado y gambas, paseamos por sus históricas calles y también hay que decirlo, nos corrimos una juerga con españoles, franceses y senegaleses muy aparente, incluso me hice amigo de un chino capitán de un barco….Vamos que la pandilla no tenia desperdicio. Un fin de semana cansado pero divertidísimo.

Buenos pues os dejo que ya va quedando menos para que estas palabras escritas se traduzcan en palabras orales tomando una cañita y una buena tapa, que también hay ganas de ello.

FRASE DE LA SEMANA: me dice un senegalés que vive en canarias
-Yo cuando estoy en Senegal hago ramadán, pero en España no y además como jamón, pero para integrarme con la cultura eh??? Jajajaj, como tonto el tío

18 de agosto de 2010

Fotitquis



Atardece en Africa



Ahi va el tio....




Reunion debajo de un arbol



Sacando el cayuco



Poder?? o empoderamiento???

10 de agosto de 2010

Dedicado

Ha pasado más de un mes y hasta hoy no habíamos visto la participación del poblado en el proyecto, en el trabajo. Estábamos un poco decepcionados, nosotros somos supuestamente técnicos, trabajábamos como el que más para incentivar la participación ciudadana. Pero allí no aparecía nadie más que un par de personas del pueblo y la gente que estaba contratada.

La semana pasada hubo una reunión, en la que se acordó, que todos iban a trabajar y aportar su granito de arena, para que las producciones fueran repartidas para la aldea. Nosotros la verdad es que no intervinimos, más que nada, por la limitación del idioma.

Llegado hoy, al empezar la jornada de trabajo, nos encontramos con una grata sorpresa, ese acuerdo de que todos iban a participar se empezaba a llevar a cabo. A primera hora de la mañana había como 10 hombres con sus respectivas herramientas dispuestos a desyerbar. La organización brillaba por su ausencia, como es habitual aquí, pero con el paso de la mañana, todo se iba arreglando. Se revisaron los goteros, se desyerbo el mango. Y a media mañana se organizo una reunión improvisada en medio del campo. Todo el mundo estaba allí, hombres, mujeres, niños…. Se repartió el terreno en 1 parcela para las mujeres, 2 para los hombres y otra restante para todos.

Ahora aquí haré mención al título de esta entrada. DEDICADO, ¿Pero a quien?. A esas mujeres trabajadoras, que dieron una lección de humildad, capacidad organizativa, trabajo…a todos los hombres allí presentes. Mientras los varones discutían como iban hacer el trabajo (se estaban organizando según ellos), las mujeres, con mucho menos tiempo, debido a las tareas del hogar, cogieron las herramientas y se pusieron a quitar hierbas de su parcela a diestro y siniestro, nada se las ponía por delante y rápido que todavía quedaba por hacer la comida. De película, con los niños a las espaldas, organizadas en filas, trabajando al compa….Ya sabéis quien lleva los pantalones en este poblado, lo llevan los hombres, pero las que realmente hacen el trabajo son las mujeres.

Por eso me quería permitir el lujo de homenajear desde mi más humilde persona a todas aquellas madres, amas de casa, trabajadoras sin horarios…en definitiva, a todas aquellas mujeres, que trabajan sin descanso y sin reconocimiento alguno de su acción. Capacidad de adaptación al cambio, de estirar el tiempo como si fuera chicle, de hacer de cocinera y psicólogas a la vez que dan una educación a sus descendientes. A todas aquellas que sin más, tienen la gran capacidad de generar vida dentro de su cuerpo. ¡Por todas ellas¡.

Creo que independientemente de cualquier ideología sexista, hoy aprendí lo que realmente es ser mujer en un país subdesarrollado. Hay que ser dura, implacable, con mucha fuerza y encima estar mandada por tu marido, que en este caso parece ser poco trabajador. En nuestros países ya se paso por eso, estamos en una fase muy avanzada de empoderamiento de la mujer, se ha luchado mucho, pero también se han tenido más oportunidades. Aquí la única oportunidad que tienes es si haces carne o pescado para la comida. Sin opción muchas veces de opinión debes tragar con lo que sea para salir adelante. Si dejaran a las mujeres más libertad en estos países estoy seguro de que las tornas del desarrollo irían por otro lugar.

Para colmo, cuando terminaron, hicieron una hoguera y se dispusieron a preparar la comida en medio de la parcela, eso es poderío y fuerza. En un país donde las mujeres no es que sean lo más respetado, en el cual están por debajo de cualquier hombre, dieron una lección, que a los hombres debería habérseles caído la cara de vergüenza, con esos cuerpos como armarios, bien desaprovechados, por que hoy precisamente no se partieron el lomo. No atendieron a nuestras críticas, de que ellos discutían y las mujeres trabajaban

A parte de esto, el fin de semana, nos quedamos en el pueblo, relajándonos y descansando, que buena falta nos hacía, porque estábamos cansados y debíamos poner las ideas en el lugar de la cabeza que corresponde. Pero hoy, de nuevo, las ideas han cambiado. Este país es lo que tiene, que uno planea y las cosas salen como quieran salir.

Por cierto, esta semana, empieza el RAMADAN. Esta si que va a ser buena, ya os contare como vive un país sin comer ni beber durante las horas de sol. Pero no os preocupéis, que yo me mantengo en mi línea, SIN DIOS, NI AMO.

Sin más me despido hasta la próxima y mando un besazo fuerte a esa mujer que tiene que lidiar con tres leones día a día y los domina como quien amasa un pan. Esa es mi madre….