La vida en Senegal sigue su ritmo

Los trabajos en Dnamdantou van muy bien. Se han sorprendido de lo que se puede hacer con un poco de dedicación y orden pues nos han comunicado que lo que hasta ahora hemos desempeñado lo tenían planeado programado para mes y medio, con lo cual estamos todos muy satisfechos. Pero con muchas ganas de seguir haciendo, de seguir aprendiendo todos y de que todo este esfuerzo se vea recompensado. Trabajamos de martes a sábado, por que los lunes la gente del poblado tienen mercado y no trabajan, así que el domingo y el lunes son nuestros dos días libres, que muy merecidos nos los tenemos porque la verdad es que el trabajo está siendo duro pero gratificante.

Ya se han puesto 5 ha de mango y de melón ¡¡Y ESTÁ GERMINANDO EL MELÓN!!, y el mango está tirando muy bien, parece que se está adaptando del vivero al terreno como esperábamos. Se ha cosechado la berenjena y el pimiento, revisado todo el sistema de riego, limpiado el vivero y preparado semilleros para melón y tomate…entre otras muchas cosas, como encamar el tomate, quitar hierbas, aprender a utilizar el motocultor y aunar recursos para economizar lo más posible.

Las lluvias han llegado y todo el mundo se afana en sembrar el cacahuete, producto estrella estas tierras. Es típico ver dos o tres personas con un burrito y un pequeño arado sembrando este preciado fruto que germinará en pocos días y cuando digo en pocos días puede ser en dos o tres días, es increíble lo que hace el sol y un poco de agua.

Aunque por otro lado, no todo son alegrías pues el sábado, cuando llegamos al vivero, Califa (unos de los agricultores que se está encargando de aprender) por cuenta propia estaba curando los tomates que ya estaban casi maduros y se ha cargado toda la cosecha además de todas las plantas. La concentración de pesticida no era la correcta. Ahora toca sustituir todas las plantas, pero las cosas en el campo funcionan así, los productos fitosanitarios no son un juego. El melón está siendo atacado por un gusano, que todavía estamos intentando ver cómo acabar con el por qué el daño que puede hacer es importante y también las liebres se dedican a encamarse en las plantas de melón y a darse algún capricho mordisqueando los melones. A pesar de estos problemillas todos estamos muy contentos, por que las cosas van saliendo y nunca mejor dicho el trabajo va dando su fruto.

Aunque también durante nuestros días libres hemos conocido algunas de las grandes maravillas que tiene este gran país y por supuesto hemos disfrutado de la copa del mundo. El fin de semana bajamos a Dakar para ver el partido con algún español más. CAMPEONES DE MUNDOOOOOOO!!!!! Fue toda una experiencia y muy emocionante pues lo vimos en el Centro Cultural Francés con españoles, holandeses muchos senegaleses de ambos equipos pero la mayoría apoyaba a España, en realidad la mayoría del país lo apoya y allá por donde vamos nos felicitaban, también nos felicitan los de los puestos para intentar hacerse nuestros amigos y cobrarnos 4 veces el valor de las cosas, simplemente por ser blancos, esto también es un gesto de racismo, aunque la gente no lo quiera ver, aquí todos deberíamos ser iguales, como en el resto del mundo

También visitamos el Lago Rosa, lugar donde terminaba el París-Dakar. Es un lago de 5 km de largo por 800 m de ancho y 3 de profundidad con una salinidad tan alta que no alberga vida aunque si permite ganarse la vida a muchas personas de una u otra forma. Unos regentando hoteles y restaurantes, otros extrayendo sal del lago, por cierto trabajo muy duro pues la elevada salinidad es muy agresiva con la piel y es necesario impregnarse en un ungüento casero para hidratarse. Otros con puestecitos de artesanías u ofertando paseos en camello, quad o barca. Y si, el agua es rosa, muy bonito pero algo sucio, aunque la sensación de flotar en el agua por la alta densidad es rara pero impresiona mucho. Además estuvimos en la isla de Gooré, lugar histórico desde el cual partían barcos de esclavos para toda América y Australia. Se ponían los pelos de punto solamente sabiendo que allí hubo seres humanos en los que su vida no era más que una simple herramienta de trabajo.

El idioma lo vamos llevando y aunque francés se habla poco, vamos intentando dominar el wolof, que es el dialecto que se habla en todo Senegal, poco a poco vamos aprendiendo frases y expresiones que nos hacen comunicarnos mejor y con más efectividad.

Cada día se aprende algo nuevo en este increíble país, algo de la vida, de sus gentes, de las realidades…….Hasta más ver, viajeros lectores.